25 de noviembre 2012 – el destino ‘speechless’

Después de veinte horas de vuelo, llego a Budapest, mi destino final. Mi celular no sirve porque Telcel no tiene una conexión firme con –una gran variedad– compañías de telefonía europeas. Intento llamar por teléfono fijo y no logro entender algo. Busco mi maleta y salgo. Encuentro a tres chicas de AIESEC KVIF esperándome. ¿Qué haces cuando conoces a alguien nuevo? ¡Hi! Das un beso y continúas. Después de un par de días me percaté que debes dar DOS besos, no uno. Llego a la casa donde iba a dormir mientras empezaba mi práctica. Sonidos extraños, no lograba distinguir algo. Pasaban mil ideas por mi cabeza… ¿y si…? Cabe resaltar que yo no conocía a alguien y me aventuré, confié en mi suerte, a llegar a una casa ajena. Después de un baño, nos dimos a la tarea de salir a visitar la ciudad de Budapest. HERMOSA. Speechless! Debo decir que es una de las ciudades que tiene la capacidad de maravillar tanto al niño de 5 años como al anciano de 80.

Hősök tere

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